Pistola Standard

            La modalidad de Pistola Stándar es de una dificultad media para un principiante. Me explico: en ella se utiliza un calibre de lo más adecuado para empezar en el Tiro Olímpico, el calibre .22 LR. Es un calibre preciso, muy cómodo disparar por su baja potencia en relación a los demás y relativamente barato (una caja de 50 cartuchos ronda los 4-5 euros). Se dispara a un blanco de precisión de medidas 55x55 con la zona negra puntuable del 7 al 10 y a una distancia de 25 metros, con lo cual, si lo tomamos con tranquilidad, podemos conseguir puntuaciones aceptables.

Arma para Pistola Standard

 Pero aquí el problema es el tiempo, o mejor dicho, los tiempos. Os lo explico.  

La competición consta de 60 disparos distribuidos en tres entradas de 20 disparos en series de 5 disparos por serie. 

La primera entrada consta de 4 series de cinco disparos en 150 segundos (dos minutos y medio) cada una. Esta entrada se puede decir que es de precisión, ya que disponemos de dos minutos y medio para realizar los cinco disparos y aunque no hay mucho tiempo para recrearse sí podemos renunciar alguna vez si no estamos convencidos de la perfecta ejecución de ese disparo, aunque siempre debemos estar pendientes de no sobrepasar el tiempo maximo de la serie.

La segunda entrada consta de otras 4 series de cinco disparos cada una pero ya en 20 segundos cada una partiendo de la posicion del brazo en 45º.

Aquí ya debemos realizar los 5 disparos sin bajar el arma. Son series de relativa velocidad aunque si las entrenamos y distribuimos bien el tiempo se pueden realizar de forma precisa con excelentes resultados.

Tras estas cuatro series llegamos a lo que la mayoria vemos mas dificil de esta modalidad: las series en 10 segundos.

Esta última entrada consta, al igual que las anteriores, de 4 series de cinco disparos por serie, partiendo igualmente de la posición de preparado con el arma a un máximo de 45 grados, pero el tiempo disponible para los cinco disparos es de 10 segundos.

Son series que podemos definir de velocidad pero a realizar sobre un blanco de precisión lo que aumenta la dificultad.

Es una modalidad en la que, para conseguir unos resultados aceptables, debemos entrenar las tres entradas, ya que, si sólo dominamos la parte de precisión, nuestro trabajo habrá sido en vano al perder muchos puntos en las series de 20, y sobre todo, de 10 segundos, que es la más dificil de dominar.

Pistola Fuego Central

En la modalidad de Pistola Fuego Central podemos utilizar tanto pistola como revolver en calibres que van desde el .30" al .38" ( desde 7,62 mm hasta 9,65 mm) incluyendo las armas de 9 mm.

Si nuestras circunstancias nos lo permiten, para un iniciado, sería mi recomendación adquirir una arma del .22 LR con conversor al .32 S&W Long con la que poder entrenar e incluso competir con un calibre barato y cómodo como es el .22 LR, pero intentar ascender en competiciones de Fuego Central que creo que es una modalidad más fácil de dominar para llegar a las puntuaciones requeridas para ese ascenso que en Pistola Standard y todo ello con el mismo armazón, empuñadura y disparador que el que utilizamos entrenando con el calibre .22 LR.

                 Arma y blanco de precisión para Pistola Fuego Central

La competición  de Pistola Fuego Central consta de 60 disparos distribuidos en dos entradas, una de precisión y otra de velocidad, antes llamada duelo.

La fase de precisión se realiza sobre el clásico blanco de precisión a 25 m de 55x55 puntuado del 1 al 10 con zona negra puntuada desde el 7 al 10.

Son 30 disparos repartidos en 6 series de 5 disparos cada una en un tiempo de 300 segundos (5 minutos) por serie.

Como disponemos de 5 minutos para realizar 5 disparos, debemos hacer el proceso de disparo de una forma perfecta y si fallamos en cualquier fase, no vemos bien las miras, nos pasamos de tiempo apuntando o no nos sale el disparo, podemos y debemos renunciar, ya que hay tiempo suficiente para ello. En nuestros entrenamientos distribuiremos esos 5 minutos para, realizando los disparos con tranquilidad, nos sobre un tiempo prudencial para, en caso necesario, poder renunciar dos o tres veces y que no se nos cierre el blanco por agotar el tiempo de exposición.